Durante este viaje, pude platicar con diferentes asociaciones empresariales, firmas de abogados y universidades para conocer acerca del desarrollo de legaltech en Colombia.
Tuve oportunidad de conocer a Claudia Amore, directora jurídica de la Asociación de Empresarios de Colombia (ANDI), Ana María Arboleda de Fundación ProBono Colombia, Mario Trujillo de la Cámara de Comercio de Bogotá y con Eleonora Lozano de la Universidad de Los Andes (ahora también socia en Palacios Lleras).
Asimismo, le agradezco mucho a Nicolas Tirado de Philippi, Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría, Ernesto Cavelier de Posse Herrera Ruiz y Eduardo Cárdenas de Dentons Cardenas & Cardenas por compartir sus experiencias en avances tecnológicos desde el punto de vista legal.
Colombia es un mercado que ha ido evolucionando en materia de tecnología. El ejemplo más claro es el caso de Rappi quien ha cambiado la operación de la industria de alimentos y que acaba de levantar USD$1B por Softbank en su más reciente ronda de inversión.
Sin embargo, la industria de legaltech aun se encuentra muy verde.
La Cámara de Comercio de Bogotá creo una firma electrónica que llamaron Certicámara, pero muy pocas empresas la han adoptado.
En mi opinión, esto no es una mala noticia, sino una oportunidad de negocios. Cuando los abogados puedan ver los beneficios de utilizar tecnología en su operación, van a empezar a implementar nuevos softwares en su trabajo.